Islandia

Por sus cascadas y su fauna, por los contrastes entre los glaciares y los volcanes de la isla o por sus fenómenos naturales que parecen sacados de la chistera de un mago, visitar Islandia se ha convertido en una aventura de obligado cumplimiento.

¿Por qué visitar Islandia?

Los aproximadamente 103000 kilómetros cuadrados de superficie de Islandia albergan todas las maravillas naturales que uno pueda imaginar: cascadas, géiseres, volcanes, glaciares, termas naturales e incluso avistamiento de ballenas y otras aves autóctonas. Debido a su complicada climatología y su accidentada geografía, su belleza ha permanecido inalterada durante siglos y ha llegado hasta nuestros días.

La inmensidad de la naturaleza islandesa y su grandeza se contrapone a la calma y tranquilidad de sus ciudades y pueblos, donde incluso Reikiavik no supera los 130000 habitantes. Esto, a su vez, ha provocado que Islandia sea el país ideal para conocer las antiguas leyendas vikingas y tradiciones nórdicas, ya que en sus calmadas poblaciones el tiempo parece en muchos casos haberse detenido hace siglos.

De esta manera, el turismo en Islandia ha aumentado exponencialmente en los últimos años, pues se ha convertido en el destino ideal para todo aquel que quiera sumergirse en la historia escandinava, aventurarse en la naturaleza más pura y auténtica y disfrutar de experiencias únicas, como bañarse en las aguas termales de la Laguna Azul mientras fuera nieva, admirar la aurora boreal e incluso sentirse como Jon Nieve al hacer un trekking por el glaciar Vatnajökull, que fue uno de los escenarios de Juego de Tronos “Más Allá del Muro”.

Historia de Islandia

La historia de Islandia es relativamente reciente, tanto en el aspecto geológico como en el sociológico, pues las primeras poblaciones habitadas en Islandia no tuvieron lugar hasta casi el siglo IX d.C. 

Los primeros turistas de Islandia

Pese a que el turismo en Islandia ha crecido exponencialmente durante la última década, hace miles de años ya existieron algunos “turistas” que recorrieron el territorio islandés.

Se cree que uno de los primeros en pisar la Tierra del Fuego y el Hielo fue el viajero y explorador griego Piteas, que en torno al año 330 a.C habló en sus crónicas sobre una isla que se hallaba seis días al norte de Gran Bretaña en barco a la que llamó Tule. ¿Se trataría realmente de Islandia?

Tras un vacío en las páginas de la historia islandesa de aproximadamente un milenio, en torno al año 700 d.C. se vuelven a encontrar testimonios escritos sobre Islandia. En ellos, un grupo de monjes irlandeses que huía de los vikingos asentados en Gran Bretaña hablaban de una isla en la que no había luz durante el invierno y en la que el sol no se ponía durante el verano: es decir, describían la climatología de Islandia y hablaban del famoso fenómeno del sol de medianoche.

Sin embargo, los pequeños grupos de monjes y frailes no permanecieron en Islandia mucho tiempo, ya que en el siglo IX d.C. llegaron a la costa de Islandia aquellos de quienes habían huido: los vikingos.

La llegada de los vikingos

En Oslo y otras partes del territorio noruego, la situación política y social provocó una emigración masiva, en la que muchos de estos colonos acabaron llegando a Islandia. De esta manera, a finales del siglo IX d.C comenzaron a llegar a la costa islandesa los primeros colonos escandinavos prácticamente por casualidad, pues Islandia no se encontraba en sus rutas de navegación.

Pese a que inicialmente la isla fue bautizada por uno de ellos como Snaeland, Tierra de Nieve, fue el vikingo Flóki Vilgerdarson quien dio al país su nombre actual: Ísland, Tierra de Hielo. Sin embargo, pese a la importancia histórica de estos primeros colonos, no fue hasta la llegada de Ingólfur Arnarson en el 871 cuando se empezaron a construir los primeros asentamientos en Islandia. De hecho, tres años más tarde, este mismo vikingo junto a su hermano Hjörleifur llegó hasta la costa sudoeste de Islandia y fundaron la población de Reikiavik, “bahía humeante”. El origen de este curioso nombre nada tiene de mitológico, sino que era puramente descriptivo: cuando llegaron vieron el vapor de las aguas geotermales que abundan en Reikiavik en concreto y en Islandia en general, como las de la Laguna Azul o la Laguna Secreta.  

En el Museo Nacional de Islandia es posible admirar algunas piezas y obras de arte pertenecientes a esta época de asentamiento vikingo, como cuernos, máscaras o estatuillas.

Qué ver en Islandia

El Círculo de Oro, el centro histórico de Reikiavik, los Fiordos del Oeste, la Península de Snaesfellnes... Descubre qué ver en Islandia y planifica tu viaje para disfrutar al máximo de la naturaleza del país. 

Reikiavik

Reikiavik, además de la capital de Islandia, es la ciudad más poblada del país y la que cuenta con una mayor oferta cultural y de ocio.

Laugavegur

Repleta de tiendasrestaurantes tradicionales islandeses y pubs, la calle Laugavegur es la más famosa de la capital por méritos propios. Además, sus coloridos edificios hacen de ella la calle más bonita de Reikiavik.

Laugavegur es una de las calles más antiguas de la ciudad y también una de las más largas, ya que cuenta con aproximadamente 2 kilómetros de longitud que atraviesan el centro histórico de Reikiavik. Tiene su origen en el 1885, cuando se construyó un camino por el que las mujeres subían hasta las aguas termales de Laugardalur para lavar la ropa: de hecho, el nombre de Laugavegur significa ‘camino del agua’.

Sin embargo, a partir de 1930, el camino evolucionó al mismo tiempo que lo hacía la capital de Islandia, y lo hizo para convertirse en la calle más bonita de Reikiavik gracias sus pintorescos y llamativos edificios de estilo islandés.

De esta manera, esta calle peatonal se constituye como el epicentro del casco histórico de la ciudad al atravesarlo completamente. Por ello, Laugavegur es una de las mejores zonas para dormir en Reikiavik aunque también de las más caras, sobre todo en la temporada alta.

Hallgrímskirkja

Con un estilo particular, la iglesia de Hallgrímskirkja es el monumento más emblemático de Reikiavik. Si la climatología es propicia, es posible ver su campanario desde varios kilómetros de distancia.

La Hallgrímskirkja es una iglesia (que no catedral) luterana que por su tamaño, ubicación y estética se ha convertido en el símbolo de Reikiavik. Fue diseñada por Guðjón Samúelsson, el mismo arquitecto que ideó la Iglesia de Akureyri. Desafortunadamente, Samúelsson no pudo ver completada su obra: la Hallgrímskirkja fue construida entre 1945 y 1986, y él falleció en 1950.

La Hallgrímskirkja debe su nombre al poeta religioso Hallgrímur Pétursson, uno de los más célebres en la historia de Islandia. El diseño de su fachada también es muy islandés, ya que el arquitecto se inspiró en las columnas de basalto abundantes en el país, como las de la cascada Svartifoss de Skaftafell, para diseñar la monolítica fachada de la iglesia Hallgrímskirkja.

Pese a que el exterior de la iglesia es profundamente llamativo, aunque no guste a todo el mundo, el interior de Hallgrímskirkja destaca por su austeridad. La decoración brilla por su ausencia en sus paredes blancas, y el único elemento que resalta sobre el resto es un enorme órgano de más de 5000 tubos que fue instalado a principios de la década de los 90.

Subir a la torre de Hallgrímskirkja

Con 74,5 metros de altura, subir a la torre de Hallgrímskirkja es el mejor modo para disfrutar de la mejor vista panorámica de Reikiavik, rivalizando con el mirador del Museo Perlan. Sin embargo, la ubicación de la Hallgrímskirkja en pleno centro de la ciudad en vez de a las afueras hace que nos decantemos por esta última.

Además, la subida hasta lo alto del campanario se hace mediante un ascensor, lo que permite que sea una visita realmente cómoda y apta para todos los públicos.

Laguna Azul de Islandia

A tan solo 50 kilómetros de Reikiavik, la Laguna Azul se ha convertido en una de las principales atracciones turísticas de Islandia. Descubre cómo llegar a Blue Lagoon, cuál es su horario y qué esperar de estas termas.

La Laguna Azul de Islandia es una de las atracciones turísticas más populares no solo de Reikiavik, sino de todo el país. Sus aguas termales azuladas y el entorno volcánico en el que se encuentran la han convertido en un reclamo que atrae a turistas de todo el mundo.

¿Qué esperar de la Laguna Azul?

La Laguna Azul de Islandia es una enorme piscina termal (con una temperatura media de 38°C) que tiene ese llamativo color azul celeste debido a las abundantes partículas de sílice en su composición, que además resultan beneficiosas para la piel. Precisamente, esta sílice también se utiliza en uno de los tratamientos exfoliantes para el rostro que se ofrecen en el bar de mascarillas de las termas, además de otras mascarillas hechas a base de algas e incluso lava.

La relajante experiencia de las aguas termales, compuestas por agua salada en su gran mayoría, se complementa con otros servicios: zona de tumbonas, cascadas de hidromasaje, una relajante cueva de vapor, fuentes para beber agua, sauna, baño de vapor… ¡E incluso un bar a orillas de la piscina! Podréis pediros una cerveza o un refresco sin salir de las cálidas aguas de Blue Lagoon.

Círculo de Oro de Islandia

A poco más de 100 kilómetros de Reikiavik se encuentran tres de las visitas imprescindibles en Islandia: GullfossGeysir y Thingvellir. Forman el Círculo de Oro de Islandia, llamado así por su incomparable belleza y la proximidad entre las tres atracciones turísticas.

Gullfoss

Gullfoss no es solo la catarata más conocida de Islandia, sino también una de las más llamativas y sorprendentes debido a su cascada doble de 31 metros de altura en total. 

Ubicada en el extremo este del Círculo Dorado, Gullfoss se ha consagrado como la cascada más célebre de Islandia. Además de enmarcarse en esta ruta turística tan popular, Gullfoss ha conquistado a turistas e islandeses por la fuerza que derrochan sus saltos de agua y el impresionante paisaje que forman tanto en invierno como en verano.

De hecho, Gullfoss significa “cascada de oro”, para lo cual existen diversas teorías. La primera de ellas afirma que el origen del nombre se debe a la luz dorada que reflejan sus aguas durante el atardecer. En ese sentido, otra hipótesis afirma que es conocida como “cascada dorada” por el arcoíris que se forma cuando la luz solar atraviesa las partículas de agua que quedan suspendidas en el aire en sus cascadas.

La tercera posible explicación, de un carácter más legendario, afirma que hace muchos años vivió en la zona un granjero llamado Gýgur, un hombre que con el paso de los años había obtenido una enorme cantidad de oro. Gýgur, en vez de disfrutar su riqueza en vida, se preocupaba constantemente por saber qué pasaría con su oro cuando él muriese… Dado que no soportaba la idea de que alguien pudiera arrebatárselo una vez muerto, optó por guardarlo en un cofre y lanzarlo a las profundidades de la cascada. ¿Seguirá todavía oculto en Gullfoss el tesoro de Gýgur?

Doble ración de cascadas

Gullfoss está compuesta por dos cascadas que llevan una media de 109 metros cúbicos de agua por segundo. La primera de ellas, en la parte más alta de las cataratas, mide aproximadamente 11 metros. Tras caer por aquí, el agua se encuentra con otro salto aún mayor: la segunda cascada de Gullfoss mide 20 metros, de forma que la totalidad de ambas suman 31 metros de altura.

La explicación a este fenómeno se debe a la particular geografía islandesa. En la tierra de esta zona, existen diversas capas compuestas de distintos materiales, siendo algunos más duros que otros (como la lava basáltica.) Esto provocó que la fuerza del río Hvitá erosionase los distintos estratos de forma distinta, tallando así poco a poco los escalones que hoy vemos perfectamente reflejados en Gullfoss.

Geysir

En el valle Haukadalur se encuentra una de las zonas geotermales más activas de Islandia y probablemente la más famosa del mundo. De hecho, los géiseres obtienen su nombre de Geysir, aunque hoy en día el más visitado de la región es su vecino Strokkur.

A lo largo del valle Haukadalur se extiende una de las zonas con mayor actividad geotérmica de toda Islandia, conocida como Geysir por el géiser homónimo. Sin embargo, este gran géiser lleva tiempo inactivo a causa de desprendimientos internos en sus túneles y el lanzamiento de objetos y piedras por parte de algunos visitantes.

De esta manera, el géiser más famoso actualmente en Geysir es el cercano Strokkur, a unos 400 metros de Geysir. Pese a que ni siquiera durante su plenitud llega a alcanzar la altura del otro, Strokkur es mucho más fiable ya que lanza chorros de vapor y agua a 90 grados cada seis o diez minutos, aproximadamente.

Por norma general, el géiser Strokkur deleita a todos los visitantes con erupciones de hasta 30 metros de altura, mientras que Geysir llegó a hacerlo hasta 80 metros de altura.

Thingvellir

El Parque Nacional de Thingvellir es un lugar muy especial para la historia de Islandia y también para su geografía: en él está la fisura de Silfra, donde se separan las placas tectónicas de Norteamérica y Eurasia.

El lugar más emblemático de la historia islandesa es el Parque Nacional de Thingvellir, una de las paradas más importantes del Círculo de Oro. Fue allí donde en torno al 930 d.C. se fundó el Alþingi, el primer parlamento del mundo fue allí también donde Islandia adoptó el cristianismo en el año 1000 y fue también en Thingvellir, o þingvellir como dicen en islandés, donde nació la República de Islandia el 17 de junio de 1944.

Además, en cuanto a naturaleza se refiere, el Parque Nacional de Thingvellir es único en el mundo por sus paisajes, por la fauna y flora residente en el Lago Thingvallavatn y, sobre todo, por su situación geográfica. El parque está lleno de fisuras, como Almannagjá o Silfra, producidas por la separación de las placas tectónicas de Norteamérica y Eurasia justo en este emplazamiento.

Qué ver en Thingvellir

Una de las visitas imprescindibles en Thingvellir son las fisuras provocadas por el movimiento de las placas tectónicas, que se separan una media de un centímetro anual. De esta manera, es posible caminar por la grieta Almannagjá y fascinarse con las enormes paredes naturales que parecen encerrar al visitante y marcarle el camino a seguir, o incluso hacer snorkel en la fisura de Silfra. ¿Alguna vez habíais imaginado bucear entre dos continentes?

Al atravesar Almannagjá llama la atención ver una bandera izada en mitad de un cúmulo de rocas. Es justamente ahí, en Lögberg (“la roca de la ley”), donde se alzaba el primer parlamento islandés. Pese a que a día de hoy no se conserva nada del edificio, resulta sobrecogedor visitar el lugar que ha marcado el devenir de la nación islandesa.

Más adelante, en el flanco izquierdo de Almannagjá, se encuentra Öxarárfoss, una hermosa cascada que no destaca por su altura o tamaño. Aun así, su ubicación y el contraste de su cristalino salto de agua con las numerosas rocas negras de la base hacen de ella una de las visitas imprescindibles en el Parque Nacional de Thingvellir. ¿Sabíais que según la tradición islandesa el curso del río Öxará fue modificado para abastecer de agua al Alpingi?

Por último, y continuando con la enorme importancia histórica de Thingvellir, en el parque nacional se encuentra Thingvallakirkja, la primera iglesia de Islandia… o casi. Fue la primera iglesia erigida en territorio islandés, construida por iniciativa del rey noruego Olaf II el Santo. Este, tras la cristianización de país en el año 1000, envió a Islandia materiales e incluso una campaña para ayudar a la construcción de la Thingvallakirkja. Sin embargo, la que podemos visitar hoy fue construida en el año 1859, ya que la anterior no resistió al paso del tiempo.  

Thingvellir, escenario de Juego de Tronos

Existe un gran número de películas y series rodadas en Islandia, y Juego de Tronos es una de las más destacadas. La serie de HBO, en su afán por encontrar los paisajes más espectaculares, decidió contar con el Parque Nacional de Thingvellir como escenario para su Juego de Tronos en su cuarta temporada.

De esta manera, todos los fans de los Siete Reinos podrán reconocer en Thingvellir el sendero por el que Arya caminaba junto a El Perro, Sandor Clegane, durante su viaje hacia el Valle de Arryn.

Exhibición interactiva

El centro de visitantes del Parque Nacional de Thingvellir alberga en su interior una exhibición permanente de pago. En ella, todos los visitantes pueden adentrarse en la historia de Thingvellir y descubrir cómo se originó el primer Parlamento de Islandia allá por el siglo X. Además, la exhibición permite comprender de forma interactiva cómo es la geografía de Thingvellir, por qué se separan las placas tectónicas o qué animales viven a orillas del Lago Thingvallavatn.

REIKIAVIK



CIRCULO DE ORO -GULLFOSS

CIRCULO DE ORO - GEYSIR

CIRCULO DE ORO - PARQUE NACIONAL THINGVELLIR

AURORA BOREAL