Dublin

DUBLIN

Fundada por los vikingos a principios del siglo IX, la capital irlandesa ha sido escenario de guerras y conflictos hasta llegar a definir su propia identidad en el siglo XX. Gracias a su pasado, Dublín es hoy una capital moderna y rica en historia capaz de cautivar a sus visitantes con la mezcla de las más arraigadas tradiciones gaélicas y una constante adaptación al mundo moderno.

Gracias al animado centro de la ciudad y a los verdes parajes de los alrededores, Dublín es capaz de atraer a todo tipo de turistas, tanto a los amantes de la naturaleza como a los declarados urbanitas.

Dublín es literatura, cuna y lugar de inspiración de grandes escritores como James Joyce, Oscar Wilde, Samuel Beckett, o Bram Stoker, que reflejan en sus obras su visión de la ciudad en la que vivieron.

Aunque la ciudad no destaca por sus grandes monumentos ni por sus preciados museos, se trata de un lugar en el que perderse en sus verdes jardines y disfrutar de agradables veladas degustando una cerveza Guinness en cualquiera de las cientos de tabernas y pubs tradicionales.

Qué ver y hacer en Dublín

A pesar de que Dublín es una ciudad para recorrer paseando y disfrutar de su ambiente, hay ciertas zonas y lugares de interés que no deberías perderse.

O'Connell Street

Situada en pleno centro de la ciudad, O'Connell Street es la principal arteria de Dublín. La calle comienza sobre el río Liffey, en el puente O'Connell (un puente más ancho que largo), y finaliza en Parnell Street.

Es una avenida muy agradable para pasear debido a sus amplias aceras y suele estar repleta de gente a cualquier hora del día.

También es una de las principales zonas comerciales de la ciudad ya que desde ella se puede acceder a calles como Henry Street o Parnell Street, dos importantes calles de tiendas en Dublín.

Monumentos de O'Connell

En O'Connell Street se pueden encontrar numerosos monumentos entre los que destaca uno de los más recientes, el conocido como The Spire (la espiral), una gran aguja que se eleva 120 metros fundiéndose con el azul (o gris) del cielo. The Spire fue construido en el año 2003 en el lugar en el que se encontraba el monumento Nelson´s Pillar, que fue destruido durante uno de los ataques del IRA (Irish Republican Army).

Otros de los monumentos a destacar en O'Connell son la estatua del líder nacionalista del siglo XIX que dio nombre a la calle, Daniel O'Connell, o las estatuas de Sir John Gray, James Larkin, Charles Stewart Parnell y el padre Theobald Mathew, fundador del movimiento Pionero por la Abstinencia.

El edificio de la Oficina Central de Correos de Dublín, construida en 1818, está considerado como uno de los mejores monumentos de O'Connell Street. Este emblemático edificio posee un gran valor histórico ya que fue el lugar en el que se proclamó la República de Irlanda después de la sublevación de 1916.

A pesar de que tras el Alzamiento de 1916 y la Guerra Civil Irlandesa muchos de los edificios de O'Connell quedaron destruidos y fueron reemplazados, aún se conservan algunos edificios antiguos como el Hotel Gresham, de 1817, o los almacenes Clery's, que datan de 1822.

Grafton Street

Situada en pleno corazón de Dublín, entre la Universidad Trinity College y el Parque St Stephens Green, Grafton Street es una de las calles peatonales más importantes y concurridas de toda la ciudad, además de una de las mejores zonas de compras.

La música de decenas de músicos y artistas callejeros recorre cada centímetro de Grafton, acompañando a los turistas y dublineses que bucean entre cientos de tiendas y centros comerciales como si el dinero les quemara en los bolsillos.

Molly Malone

Al norte de Grafton Street, en la intersección con la calle Nassau (donde finaliza la zona peatonal de la calle), se encontraba la estatua de bronce de la mítica vendedora ambulante Molly Mallone, una mujer que de día se dedicaba a vender pescado con su carro y de noche ejercía oficios menos dignos.

En 1880, James Yorkston compuso la canción "Cockles and Mussels" (berberechos y mejillones) en honor a Molly y, hoy en día, la canción se ha convertido en un himno para todos los ciudadanos irlandeses.

La estatua fue trasladada a la calle Suffolk debido a un periodo de obras prolongado en Grafton Street y actualmente sigue mantiniéndose allí, justo al lado de la Iglesía de San Andrés.

Concurrida y bulliciosa

La calle Grafton ofrece un ambiente muy agradable para pasar las últimas horas del día realizando algunas compras, paseando, o simplemente observando el ir y venir de las multitudes mientras se toma un café en el Bewleys's Oriental Café, un agradable local inaugurado en 1927.

Temple Bar

En el centro de Dublín se encuentra Temple Bar, un barrio con mucha personalidad y encanto. Este distrito está repleto de restaurantes y los típicos pubs irlandeses. 

Las estrechas y adoquinadas calles de Temple Bar conservan la más pura esencia de la ciudad y constituyen el mayor centro cultural y de ocio de Dublín.

Historia del Temple Bar

La zona de Temple Bar, situada entre Dame Street y el río Liffey debe su nombre a Sir William Temple, quien adquirió los terrenos en el año 1600.

A partir de 1800 comenzaron a instalarse pequeñas empresas en la zona, pero el barrio se encontraba en plano declive y los terrenos fueron adquiridos para la construcción de una estación de autobuses. Finalmente el proyecto fue abandonado y los artistas y comerciantes decidieron permanecer en la zona.

Temple Bar comenzó a transformarse en un lugar próspero, sobre todo a partir de 1991, tras la elección de Dublín como Capital Europea de la Cultura.

Temple Bar en la actualidad

Hoy en día Temple Bar está considerado como uno de los barrios más atractivos de Dublín, aunando diferentes espacios culturales con decenas de bares y pubs típicos irlandeses.

El barrio es conocido sobre todo por su gran vida nocturna, las estrechas callejuelas se encuentran llenas de pubs y restaurantes que siempre están rebosantes de turistas y locales.

Además de ser uno de los principales ejes de la vida nocturna de Dublín, Temple Bar acoge durante el día diferentes mercados como el Food Market (mercado de comida), o el Book Market (mercado de libros de segunda mano). La zona también es la elegida por varias asociaciones culturales, galerías de arte y algunas tiendas de moda alternativa.

Guinness Storehouse

El almacén de Guinness (Guinness Storehouse) fue construido en 1904 para ser utilizado como lugar de fermentación de la cerveza Guinness. El edificio cumplió con su cometido hasta 1988 y en el año 2000 abrió sus puertas al público para mostrar sus exposiciones.

Recorriendo el mundo Guinness

Para comenzar bien la visita, en la planta baja del edificio principal (con forma de enorme pinta de cerveza) se puede ver una copia del contrato de arrendamiento de la cervecería por 9.000 años. Fue firmado por Arthur Guinness en 1759.

Avanzando hacia el interior del almacén puede contemplarse una llamativa exposición sobre los cuatro ingredientes que componen la cerveza. Simplemente agua, lúpulo, cebada y levadura combinados a la perfección son capaces de conseguir un sabor tan especial.

En la primera planta la audio guía acompaña a los visitantes a través del proceso de elaboración de la cerveza. Una gran sala contiene la antigua maquinaria que se utilizaba en la fábrica: un molino, un tostadero, un alambique y barriles gigantes de madera.

También puede observarse el mundo del transporte que rodea a la cerveza Guinness desde el pasado, cuando los barriles eran transportados río arriba en barco. Una gran zona está destinada a los maestros toneleros, un oficio de gran importancia pero lleno de sacrificios.

La segunda planta invita a un recorrido por las campañas publicitarias de Guinness a lo largo de la historia. Una de las campañas más llamativas fue la realizada en 1916 en la que se arrojaron miles de botellas con sus respectivos mensajes en el mar. Decenas de años después, las botellas continuaban apareciendo para sorpresa de los que las encontraban.

En la tercera planta se ofrece a los visitantes la posibilidad de probar sus conocimientos sobre el alcohol mediante diferentes juegos interactivos. Avanzando una planta más, una exposición relata la historia del edificio desde el año 1904 hasta su conversión en un centro de visitantes en el año 2000.

En la quinta planta se brinda a los visitantes la posibilidad de tirar su propia pinta, haciéndoles entrega de un diploma que acredita su destreza. Un apartado dedicado a John Gilroy muestra las exitosas campañas publicitarias que creó desde 1930 hasta 1960.

La visita finaliza en la azotea del edificio, en el conocido como Gravity Bar, un agradable lugar desde el que se pueden admirar las vistas de la ciudad degustando una pinta, cortesía de la casa.

Dos curiosidades

El arpa, actual símbolo de Irlanda, es una marca registrada de Guinness. Cuando el gobierno quiso utilizarla como símbolo nacional tuvo que hacerlo colocándola de forma invertida.

El conocidísimo Libro Guinness de los Records también tiene relación con la compañía cervecera, tuvo sus inicios en una pequeña disputa sobre qué pájaro volaba más rápido.

Antigua Destilería Jameson

La Antigua Destilería de Jameson (The Old Jameson Distillery), fundada por John Jameson en 1780, fue durante casi 200 años el lugar en el que se llevó a cabo la creciente producción de whisky Jameson

Hoy en día la pequeña destilería de Bow Street alberga un museo en el que se desvela a los visitantes el proceso artesano de elaboración del whisky irlandés.

Un paseo por la historia del whisky

La visita comienza con un video introductorio, después del cual se realiza un recorrido a través del proceso de elaboración del whisky irlandés. El guía os acompañará a través de las diferentes zonas en las que se llevaban a cabo la molienda, la maceración, la fermentación, la destilación y la maduración.

Después del largo proceso de fabricación del whisky llega el momento de la degustación. Varios voluntarios tendrán ocasión de probar diferentes tipos de whisky para compararlos con Jameson, mientras el resto de los visitantes degustan un vaso de whisky solo, con Coca-cola o mezclado con zumo de arándanos.

Para los amantes del whisky

La Antigua Destilería Jameson es un buen lugar para aprender detalles interesantes sobre el proceso de fabricación del whisky pero, los que no estén demasiado interesados en conocer su historia, puede que sea mejor que se dirijan a un bar.

Castillo de Dublín

Situado en pleno corazón de la ciudad, el Castillo de Dublín ha cumplido múltiples y diferentes funciones a lo largo de su historia.

Antiguamente utilizado como lugar de asentamiento de los vikingos, fortaleza militar, residencia real, sede del Tribunal de Justicia Irlandés, y sede de la Administración Inglesa en Irlanda, el Castillo de Dublín es utilizado hoy en día como lugar para la celebración de las recepciones estatales.

La visita

El Castillo de Dublín se puede conocer mediante una visita guiada de 45 minutos durante la cual se recorren gran parte de las estancias, comenzando por el Rellano de las Hachas de Guerra, lugar en el que se situaba la guardia real para proteger la entrada del Salón del Trono.

Durante el recorrido por los apartamentos reales, se visitan la Sala de James Connolly, el Salón Granard, las habitaciones del Rey y la Reina, y el Salón del Trono.

Después de la visita al interior del Castillo de Dublín se cambia de escenario para conocer algunos aspectos de la ciudad en el siglo X, en la Torre de la Pólvora. En la bóveda subterránea se puede viajar a través del tiempo para contemplar los restos de lo que un día fueron las adoquinadas calles de la ciudad.

Un castillo con mucha historia

Aunque tras el incendio producido en 1684 la fortaleza tuvo que ser reconstruida y exteriormente no presenta el aspecto que cabría esperar de un castillo, el interior se conserva en perfecto estado y las estancias que fueron utilizadas por los miembros de la Familia Real están decoradas al detalle, con preciosas alfombras, muebles y lámparas.

 

 

 

CASTILLO DE DUBLIN

PANORAMICA DE LA CIUDAD




ANTIGUA DESTILERIA JAMESON

ALMACEN GUINNESS

VIDA NOCTURNO - TEMPLE BAR