Arraial do Cabo

A 170 km de distancia de la ciudad de Rio de Janeiro, en la Región de los Lagos, se ubica Arraial do Cabo. La pequeña ciudad que se parece a una villa de pescadores tiene bellas playas de arena blanca y aguas transparentes, que son excelentes puntos de buceo por su rica vida marina y por la posibilidad de pesca artesanal de anchoas.

En el pasado, ocupada por los indígenas tupinambás, la ciudad que posee el Palo de Brasil de más alta calidad fue escenario de la colonización. Se observaron allí la piratería y varios naufragios. De acuerdo con el Museo de La Marina, Arraial do Cabo alberga en el fondo del mar el mayor número de galeones, carabelas y navíos portugueses, franceses, holandeses, ingleses e incluso brasileños. Esta cantidad solo se supera por los naufragios en la Bahia de Todos los Santos, en Bahía.

Arraial do Cabo fue punto de desembarco de la expedición de Américo Vespúcio, que construyó una casa de barro y piedra en el Barrio de Rama, hoy conocido como Playa de los Ángeles. En el lugar, se creó la primera compañía de Brasil.

Rodeadas por cerros, Arraial tiene médanos de arena blancas, restingas, lagunas, playas limpias y bellas costas como el Pontal do Atalaia. Las Playas de Pontal se destacan entre las más bellas de la costa brasileña y los cerros que las rodean tienen una increíble vista de la región.

Las aguas muy frías y cristalinas permiten la existencia de riqueza marina. Se considera Arraial la Capital del Buceo. Según los buceadores profesionales, la temperatura del agua varía entre los 15 y 22°C durante el año. Pero, a depender de la estación del año, la temperatura puede llegar a los 9° o menos, por ejemplo. Uno de los principales puntos para buceo de la ciudad es la Praia do Forno, rodeada por un bosque, lo que ayuda a preservar y proteger su ensenada. Para llegar hasta allí, es necesario hacer un sendero desde el embarcadero de la Playa de los Ángeles. 

Los paseos en barco pueden ser una agradable manera de conocer toda la orilla de Arraial. Unos salen del embarcadero de la Playa de los Ángeles hacia el Pontal do Atalaia, con paradas en las playas, en la Isla de Cabo Frío, en la Praia do Farol y en la Gruta Azul. Si tienes suerte, puedes ver a los delfines durante el paseo.

Además de visitar las playas, también se puede disfrutar del paseo para hacer esnórquel o surf de remo.

Arraial no tiene alojamientos lujosos, ya que es una pequeña ciudad. Pero, es posible encontrar varias posadas, albergues y hoteles con buenos precios.