Amsterdam

Es la capital del país, en la provincia de Holanda Septentrional, y tiene una población de 750.000 habitantes. Es conocida como la Venecia del norte por sus canales y más de 400 puentes. Su particular trazado urbano, de tela de araña tejida en el agua,se remonta a la edad de oro de Holanda, hace 400 años. Los 4 canales principales con foma de arco encierran los lugares de mayor interés de la ciudad y están bordeados de árboles que crean una sensación de sosiego y tranquilidad. Es una Holanda en pequeño; su existencia se debe a continuos esfuerzos para contener el océano. Es acogedora, abierta a las mino- rías, comprensiva y tolerante con todas las religiones y estilos de vida, y sin embargo conserva sus tradiciones. Sus habitantes han sido comerciantes durante siglos y se han lanzado a las nuevas rutas comerciales, no en vano los amsterdameses fundaron Nueva York.

Es una ciudad relativamente pequeña, con un centro que se puede recorrer a pie, donde los edificios no son muy altos para que lal uz, tan escasa en estos países norteños, entre por todas partes. Se dice que mientras en Rótterdam se gana el dinero y se trabaja, en Ámsterdam se divierten, y en la Haya se cotillea de todo eso. Existe una fuerte rivalidad entre las principales ciudades del país, y ésta se acentúa entre la Haya y Ámsterdam. 

VISITAS ACONSEJADAS

Plaza del Dam: Es el más puro centro de la ciudad, justo en el emplazamiento del dique sobre el río Amstel. Situada en la unión de dos grandes avenidas: Damrak y Rokin. En el centro de la plaza se levanta el monumento a la liberación, obelisco de 22 metros de altura construido en recuerdo a las víctimas de la II Guerra Mundial. Las cuatro figuras masculinas representan el drama de la guerra; la mujer y el niño, la paz, y los hombres con los perros, la resistencia. Detrás del obelisco hay 12 urnas que contienen tierra de cada una de las provincias del país. El 4 de mayo, fecha en la que fue erigido, se celebra una ceremonia en honor de las víctimas y el país guarda 2 minutos de silencio.

Palacio Real: Se halla en la plaza Dam y se asienta sobre 13659 pilotes de madera clavados en su suelo movedizo. Curiosamente no parece un palacio ya que en sus 150 primeros años albergó el ayuntamiento de la ciudad. Se usó por primera vez como residencia real durante los 5 años de ocupación francesa, a principios del siglo XIX, cuando el hermano de Napoleón Bonaparte, Luis,fue rey de Holanda. Desde la vuelta al trono de la casa holandesa Orange, éste ha sido el palacio oficial de la persona reinante aunque muy pocos lo han usado para algo más que una recepción.

Iglesia Nueva – NieuweKerk:Tratándose de una iglesia del siglo XV el término“nueva” es relativo,y se aplica sólo por comparación con la cercana iglesia vieja del siglo XIV. LaNieuwe Kerk ya no se utiliza comolugar de culto,sino más bien como monumento histórico donde se celebran exposiciones, conciertos y ceremonias solemnes. Desde 1914 los soberanos holandeses son coronados en esta iglesia.

Westekerk: Construida en 1630, posee una torre de 85 metros culminada por la corona imperial de Maximiliano I de Austria, que otorgó en 1480 a Ámsterdam el derecho de colocar su corona en su escudo de armas como símbolo de la protección imperial. Aquí fue enterrado Rembrandt. En la plaza de la iglesia se halla una estatua dedicada aAna Frank, ya que su casa se encuentra a escasos metros.

Museo nacional de Vincent Van Gogh: Gracias a los desvelos de su familia, sobre todo de la mujer de su hermano y de un sobrino, casi todos los cuadros, bocetos, grabados, aguafuertes, ilustraciones y cartas de Van Gogh han permanecido en su país natal. Más de 200 cuadros y 600 dibujos del artista, ordenados cronológicamente, cubren las paredes delmuseo.Destacan: “los comedores de patatas”, “autorretrato como pintor”, “campo de maíz con cuervos”. Además de las obras de Van Gogh el museo acoge trabajos de Gauguin, Toulouse-Lautrec, Emile Bernard y otros contemporáneos. 

Rijksmuseum – Museo Nacional: Fue construido a finales del siglo XIX por Cuypers, elmismo arquitecto que construyó la estación central, por lo que se observan muchas similitudes entre ambos edificios. El museo alberga la mayor colección de arte de Holanda, y la sección de pintura exhibe tablas de maestros holandeses de los siglos XV a XIX, incluyendo trabajos de Rembrandt, Vermeer, Frans Hals y Jan Oteen. Además hay secciones de escultura, artes aplicadas, historia holandesa, grabados y dibujos. La joya del museo es la“ronda nocturna”, de Rembrandt.

Casa de Ana Frank: Es la casa en la que 8 personas, que pertenecían a 3 familias diferentes, vivieron juntas permaneciendo en un silencio total durante dos años, desde 1942 a 1944, hasta que su escondite fue descubierto por las fuerzas de ocupación nazi, cuando la II Guerra Mundial estaba a punto de finalizar. Fue aquí donde se escribió el famoso diario. Las habitaciones de este edificio, que en aquella época eran almacén y oficina, siguenigual que las encontró el padre de Ana, único superviviente, a su vuelta.

Recorrido por los canales: Una visita de Ámsterdam no puede considerarse completa si no se incluye un recorrido por los canales. Desde ellos se ve la ciudad de otra manera y se aprecian con claridad las fachadas y los tejados. El recorrido básico dura aproximadamente una hora y discurre por los canales y el puerto y es muy agradable. Tanto de día como de noche vale la pena, ya que lo que se pierde en detalles arquitectónicos se gana en juegos de luces, reflejos en el agua y, en verano, iluminación de las torres y puentes.

Barrio del Jordaan: Es un barrio para los amantes del paseo. No tan ilustre como los canales el Jordaan se extendió hacia el oeste durante el siglo XVII. Es un barrio donde vive la clase trabajadora, es decir,el auténtico amsterdamés.Es el barrio de los mercados,los cafés marrones,las calles con nombres imposibles de pronunciar y las gentes más entrañables. El nombre del barrio viene de la palabra francesa jardin, seguramente introducida por los muchos refugiados hugonotes que habitaron durante las guerras de religión en esta zona.

Barrio Rojo: Es quizás e lbarrio más famoso de Ámsterdam y debe su nombre a la iluminación que tienen sus locales. Es el barrio de la prostitución. Curiosamente está en pleno centro, a escasos metros de la plaza Dam. La ciudad fue, al fin y al cabo, un importantísimo puerto comercial al que llegaban gentes de todo el mundo. La afluencia de marinos que arribaban a puerto tras largos meses de navegación influyó definitivamente en el desarrollo de la prostitución. El actual “barrio chino”, situado en la parte más antigua de la ciudad, abarca más o menos la misma zona que hace siglos. Las luces rojasy los escaparates donde se exhiben mujeres de todas las partes del mundo pueden verse por todas las callejuelas. Las autoridades municipales controlan en cierta medida esta actividad registrando a las prostitutas y sometiéndolas a una inspección médica periódica, conforme a la típica tradición de Ámsterdam de combinar tolerancia y moderación. Este barrio se ha convertido en una auténtica atracción turística: Burdeles, sex shops, espectáculos, luces, punks, turistas.. 

Cafés: Existen dos tipos de cafés muy conocidos en la ciudad. Los primeros son los “bruiner” o “marrones” y se llaman así por el tono de su decoración interior. Una gran y buena representación de ellos se encuentra en el barrio del Jordaan. A veces son sitios oscuros, de techo bajo y angostos, con puertas, ventas, barriles y gruesas vigas de madera que acentúan la sensaciónde oscuridad. Los otros cafés son los famosos “coffee-shops”. Es de sobra conocida la relativa tolerancia gubernamental en Holanda con respecto a todo tipo de drogas (y estupefacientes) de las consideradas como blandas. No todas las drogas están toleradas,sólo las distintas calidades de hachís y marihuana. Ello no quiere decir que sea legal su comercio o posesión, pero su compra es posible en los coffee-shops. Por el barrio rojo hay cientos de ellos que ofrecen a sus clientes completas cartas de sus especialidades, donde además se indican los precios según los gramos que se deseen adquirir. Atención: ninguno de los países fronterizos con Holanda permite la entrada en su territorio de drogas, incluidas las blandas.