La Cinco millas de costa rocosa en Liguria occidental, dos cabos en los extremos, miles de kilómetros de muros de piedra seca repletos de viñedos, cinco pueblecitos meridionales resguardados por espolones de piedray colocados como racimos en pequeñas ensenadas: éstasson las coordinadas de las “Cinque Terre”,asíse llaman estos cinco pueblos desde 1448. Solo hay tres formas de llegar hasta ellos ya que por su accidentada orografía han impedido la construcción de carreteras anchas. Se puede llegar por mar, por paseos por la montaña a pie, caballo o bicicleta. O a través del tren que desde La Spezia recorre la zona y la comunica. Éste será elmedio que usaremos nosotros. La estaciónde La Spezia no nos muestra nada especial, es una ciudad muy importante por su puerto industrial, siderúrgico y comercial. Posee unos 100.000 habitantes y la marina de Italia tiene una importante base y arsenal en el puerto. Seguramente por ese motivo la ciudad fue duramente castigada durante la Segunda Guerra Mundial destruyendo parte de su patrimonio. Tomaremos el tren y sin grandes vistas salvo en las estaciones, yaque la línea discurre bajo la montaña,nos en caminamos hacia las Cinqueterre.
LOS PUEBLOS
Riomaggiore Es el pueblo situado más al este y elmás cercano a la ciudad de La Spezia, toma el nombre del torrente que lo cruza. Es interesante el puerto y la aparte alta del pueblo donde está la iglesia de San Juan Bautista (1340). Sobre el pueblo emerge el Santuario de laVirgen de Montenero, construido sobre el promontorio del mismo nombre, uno de los cabos que cierra el Golfo Manarolla Rodeada completamente de viñedos, se extiende a lo largo del curso de un torrente. En la parte alta del pueblo se encuentra la Iglesia de San Lorenzo (1338) con su hermoso rosetón del siglo XIII. Desde aquí parte la Vía del Amor: dos kilómetros y veinte minutos de recorrido hacia Riomaggiore. Considerado una de las rutas a pie más bellas de Italia.
Corniglia Sobre un escarpado promontorio, con dos elegantes playas a amboslados, desde la estación de tren se llega a través de una larga escalinata que lleva hasta el pueblo. Se puede visitar la Iglesia de San Pedro (1334), considerada uno de los monumentos más característicos del estilo gótico ligur.
Vernazza Es un pequeño puerto natural con forma de anfiteatro y quizás el pueblecito más pintoresco y característico de las “Cinque Terre”.Vernazza ya era conocido en la época romana y fue un importante punto estratégico para Génova durante la época de las Repúblicas Marineras. Se hizo famosa por la fabricación de hachas. Merece la pena dar un paseo portodo el pueblo dominado por una torre albarrana y por los restos del Castillo. Una única calle llena de tiendas y restaurantes que nos muestra la arquitectura ligur, nosllevan hacia el puerto desde la estación. En la plaza que da al mar ya en el puerto tenemos a nuestra derecha la Iglesia de Santa Margarita de Antioquia, que mezcla estilo románico antiguo con otras reconstrucciones posteriores. A nuestra izquierda sube una escalera que noslleva alo altodel castillo(de pago) ya muy deteriorado pero donde se nos ofrecen excelentes perspectivas de toda lacosta.
Monerrosso Es la localidad más soleada, fresca y equipada de los cincopueblecitos, con sus playasy susmuchos hoteles y restaurantes, con sus tiendas artesanales y varias bodegas. A menudo venía a descansar aquí Eugenio Montale (PremioNobel de Literatura).
Levanto La salida de las Cinqueterre la haremos por el pueblo deLevanto, donde nos espera el autobús y nos sacará hacia la autopista por bellísimas carreteras plagadas de viñedos, olivos y alguna muestra de pueblos ligures de montaña.
CONSEJOS ÚTILES
• Es importantísimo ser especialmente cuidadosos con los horarios puesto que los trenes son públicos y no admiten esperas, por eso hay que estar muy pendiente de los tiempos y de las paradas, porque es posible que no podamos estar todo el grupo junto cuando viajamos en el vagón. Hay que poner atención a las indicaciones del guía y no habrá ningún problema.
• Podemos encontrarnos en especial en temporadas altas, una gran afluencia de turistas en el tren, esto a veces dificulta e incomoda, pero los trayectos son cortos y son muchas las personas que quieren disfrutar de este paraíso natural. Habrá que tener en alguna ocasión paciencia.
• En las estaciones o en los vagones (aunque no es normal), podemos encontrarnos persona pidiendo limosna con niños en brazos. No debemos de hacerles caso ni tomarles atención. Suele tratarse de personas del este más interesadas en nuestros bolsillos que en la salud de los niños.Tengan cuidado de los posibles descuidos pues suelen ser muy hábiles y rápidos.
• No dejemos de probar la gastronomía local. Cuando viñedos y olivos recubren las colinas, vino y aceite no pueden faltar en la mesa. Ambos acompañan las anchoas saladas en aceite de Monterosso, un auténtico manjar gastronómico, y las variadas especialidades de pescado. La cocina de las “Cinque Terre” conserva casi intactaslas características de lostiempos pasados, al igual que el respeto por los perfumes y sabores primarios de los ingredientes. Pestos naturales o pescados de muchasformas preparadas pueden ser regados con el excelente vino blanco de la tierra.