Joven, vibrante y abierta al mundo, así es Tel Aviv, un oasis de modernidad y apertura en Oriente Medio. Esta metrópoli nacida en 1909 hizo resurgir de sus cenizas a la antigua ciudad de Jaffa, convirtió la arquitectura Bauhaus en su seña de identidad y capitaneó la industria y la economía de Israel.
A tan solo 60 kilómetros de la histórica y conservadora Jerusalén se encuentra una ciudad que desprende modernidad en estado puro: Tel Aviv. Esta joven ciudad a orillas del Mediterráneo se ha convertido en el motor industrial y financiero de Israel y en un destino turístico abierto al mundo.
La Ciudad Blanca de Tel Aviv, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, supuso el punto de partida del imparable desarrollo que ha vivido la ciudad en los últimos cien años. Los edificios de estilo Bauhaus que caracterizan la arquitectura de Tel Aviv se entremezclan con construcciones vanguardistas, como el Museo de Arte de Tel Aviv o el Museo Ertz de Israel, los dos grandes referentes culturales de la ciudad.
Aunque la religión no marque el ritmo de vida de Tel Aviv, resulta interesante visitar los lugares más destacados de cada religión en la ciudad: la Mezquita Mahmoudiya, la Iglesia de San Pedro o el cementerio judío de Trumpeldor. ¡Tres símbolos de la multiculturalidad que se respira al viajar a Tel Aviv!
Jaffa
Un laberinto de calles estrechas y edificios de piedra caliza dan forma a la antigua ciudad de Jaffa, el latido permanente de la historia de Tel Aviv. Este antiguo enclave comercial no solo se ha convertido en hogar de artistas y bohemios, sino en la mejor atracción turística de Tel Aviv.
Dejando atrás los imponentes rascacielos de Tel Aviv, su abarrotado paseo marítimo y sus modernos mercados gourmet, se esconde un pedacito de historia marcada por las huellas de cananeos, bizantinos, otomanos y cruzados. Estos y otros pueblos dieron forma a lo que hoy en día conocemos como la antigua ciudad de Jaffa.
Visitar Jaffa significa viajar al pasado. El esplendor comercial que un día vivió esta ciudad portuaria sigue brillando y atrapando a quienes se pierden por sus calles estrechas, sus escaleras de piedra y sus callejones sin salida.
La similitud de las casas de Jaffa solo se ve rota por las puertas y ventanas azules que tiñen las fachadas y por los coloridos escaparates de sus galerías de arte.
Historia de Jaffa
La ciudad portuaria de Jaffa aparece en unas tablas del Antiguo Egipto de hace más de cuatro mil años. Se sabe, por tanto, que el Puerto de Jaffa estuvo en uso desde la Edad de Bronce y que sus primeros habitantes fueron los cananeos, seguidos por bizantinos, islámicos, cruzados, otomanos y hasta el mismísimo Napoleón Bonaparte.
A mediados del siglo XX, Jaffa estaba bajo el Mandato Británico. Tras la guerra árabe-israelí que sacudió a todo el país, Jaffa pasó de estar mayoritariamente habitada por árabes a ser un núcleo principalmente judío.
En 1954, las dos ciudades se unieron dando origen a Tel Aviv-Yafo y Jaffa pasó a ser un barrio más de Tel Aviv.
Qué ver en Jaffa
Galerías de arte: el principal atractivo de Jaffa, más allá de su arquitectura, son las galerías de arte que salpican las calles empedradas de este histórico barrio. Los coloridos escaparates de las tiendas y de los talleres artesanales captan la atención de todas las miradas. ¡Y no es para menos!
Casa de Simón el Curtidor: la reliquia histórica más importante de Jaffa es la Casa de Simón el Curtidor, donde el apóstol Pedro se hospedó y tuvo una visión con animales impuros.
Signos del zodiaco: paseando por Jaffa encontraréis azulejos de color azul con los diferentes signos del zodiaco, tanto en las placas de las calles como en los portales de las viviendas, una fuente zodiacal y un mural en el suelo con los doce signos del zodiaco.
Árbol flotante: escondido en una de las plazas de Jaffa se encuentra un naranjo flotante, símbolo de la ciudad y de la eternidad de la milenaria Jaffa.
Puerta egipcia de Ramsés II: el yacimiento arqueológico más antiguo de Jaffa es la Puerta de Ramsés II, que data del año 1400 a.C. Se trata de la antigua puerta de acceso a la ciudad portuaria cuando Jaffa estaba en manos de Egipto y cuenta con inscripciones basadas en las originales.
Hoy en día, Jaffa (Yafo en hebreo) cuenta con unos 50.000 habitantes, la mayoría judíos y una cuarta parte árabes. Aunque actualmente las dos religiones conviven en paz, el barrio de Jaffa fue muy castigado durante la guerra árabe-judía y muchas partes se encuentran todavía en proceso de restauración.
Jaffa está habitado en su mayoría por artistas, que encontraron inspiración en las históricas calles del barrio y abrieron aquí sus talleres artesanales.
Torre del Reloj
La Torre del Reloj es para Tel Aviv lo que el Big Ben para Londres o el Reloj Astronómico para Praga: todo un icono de la ciudad. El símbolo otomano que da entrada a Jaffa es uno de los monumentos más visitados de la ciudad.
Un símbolo otomano
A comienzos del siglo XX, la ciudad portuaria de Jaffa estaba bajo el control del Imperio Otomano, que dejó numerosas huellas de su influencia a lo largo de la ciudad. El símbolo otomano más representativo de Jaffa y de la actual Tel Aviv es la Torre del Reloj, construida en 1903.
Para conmemorar su 25 aniversario al frente del Imperio, el sultán Abdul Hamid II ordenó levantar cien torres en todas las ciudades que estaban bajo su control. La Torre del Reloj de Tel Aviv es una de las siete torres que se construyeron en el actual Estado de Israel.
La construcción estaba coronada por cuatro relojes, uno en cada cara de la torre. Dos de ellos marcaban la hora occidental y dos de ellos la hora oriental, con el objetivo de acercar el horario de Europa a la población de Jaffa.
La torre en la actualidad
Con el paso del tiempo, la torre perdió tres de sus relojes y mantuvo el de la fachada, que permanece hoy en día. Además, el sello otomano que decoraba la torre y que rendía homenaje al sultán Abdul Hamid II estaba en muy mal estado, y tuvo que ser restaurado a principios del siglo XXI.
Lo que antes era un monumento de mucha utilidad, ya que no existían relojes de pulsera ni teléfonos móviles, ha pasado a ser una atracción turística de Tel Aviv. Además, la Torre del Reloj de Jaffa alberga una oficina de turismo donde podréis obtener mapas, consejos para saber dónde comer en Tel Aviv y mucho más.
Paseo marítimo Tayelet
El Paseo marítimo de Tel Aviv, también conocido como Tayelet, se extiende 14 kilómetros por la costa mediterránea, desde Jaffa hasta el norte de la ciudad
El Paseo marítimo de Tel Aviv es un auténtico centro de ocio al aire libre, una amplia avenida de 14 kilómetros junto al mar Mediterráneo que concentra sol, arena y palmeras. Esto, sumado a los skaters, yoguis, surferos y grupos de amigos practicando deporte convierten al Paseo marítimo de Tayelet en un pequeño Miami dentro de Tel Aviv.
Pasear por Tayelet es una de las actividades favoritas tanto de turistas como de locales. El paseo cuenta con una parte asfaltada, tejadillos que ofrecen grandes espacios de sombra, bancos de madera escalonados y numerosos bares repartidos por toda la avenida. ¡Y todo con vistas al mar Mediterráneo!
Qué hacer en el Paseo marítimo
La diversión en el Paseo marítimo de Tel Aviv está asegurada. La zona está divida entre los que prefieren hacer deporte en el asfalto (amigos practicando skate, familias dando un paseo en bicicleta, runners solitarios…) y aquellos que se ejercitan junto al mar.
A lo largo del Paseo marítimo de Tayelet se suceden varias playas, perfectas para relajarse al sol, practicar surf y kitesurf o darse un baño para combatir el tiempo de Tel Aviv. Paseando por esta zona de la ciudad pronto advertiréis que los israelíes son unos auténticos apasionados del matkot, un deporte parecido a las palas de la playa.
Iglesia de San Pedro
La Iglesia de San Pedro de Tel Aviv desprende historia por cada uno de sus muros. El templo fue destruido en dos ocasiones, sirvió de faro durante décadas y dio hospedaje al mismísimo Napoleón.
Un poco de historia
Los cimientos de la actual Iglesia de San Pedro datan de 1654, año en que se construyó en Jaffa este templo católico consagrado al apóstol. En el siglo XVIII, la iglesia fue destruida en dos ocasiones, y no fue hasta 1894 cuando por fin se volvió a levantar esta gran iglesia cristiana.
El elemento más característico de la Iglesia de San Pedro es el campanario. Este altísimo torreón sirvió durante décadas de faro, señalando a peregrinos y marineros su llegada a Tierra Santa. Hoy en día, el campanario de la Iglesia de San Pedro de Tel Aviv sigue siendo el punto más alto de la vieja ciudad de Jaffa.
En 1799, Napoleón Bonaparte llegó a Jaffa, donde pasó un tiempo reponiendo fuerzas antes de continuar su campaña militar en Egipto y Siria. Según varios documentos históricos, el general francés se alojó en una de las habitaciones de la Iglesia de San Pedro.
El interior
Las paredes interiores de la Iglesia de San Pedro están revestidas de mármol y decoradas con vidrieras y frescos que representan escenas evangélicas de Pedro y Jesús. Las coloridas vidrieras que dejan pasar la luz a la nave principal fueron importadas desde Múnich, todo un lujo para la época.
La iglesia ofrece misas en inglés, italiano, español, polaco y alemán, pero si queréis visitar la Iglesia de San Pedro en calidad de turista, podéis entrar durante el horario establecido.
Los alrededores de la iglesia
Paseando por Jaffa o por su puerto reconoceréis enseguida el campanario de la Iglesia de San Pedro de Tel Aviv. El templo se encuentra a muy pocos metros de la ciudad antigua, de la playa, de la Torre del Reloj y de numerosos restaurantes y terrazas, tanto en los alrededores como en la misma plaza de la iglesia.
Frente a la iglesia hay un paseo elevado rodeado de vegetación desde donde obtendréis unas vistas únicas de la Iglesia de San Pedro fundida con el skyline de la ciudad.
Playas de Tel Aviv
El cálido tiempo de Tel Aviv convierte a esta vibrante ciudad en un destino de playa perfecto. ¡Las playas de Tel Aviv son arena dorada, sol y fiesta!
Bañada por el mar Mediterráneo, la ciudad de Tel Aviv cuenta con casi 15 kilómetros de costa dividida en 13 playas que reciben visitantes no solo de todo Israel, sino de todo el mundo. Las playas son uno de los grandes atractivos de Tel Aviv, tanto para huir del cálido clima que impera en la ciudad casi todo el año, como para conocer gente nueva.
En los meses de primavera y verano, las playas de la ciudad suelen estar abarrotadas, los bares llenos de gente y la arena plagada de israelíes jugando a matkot, sus particulares “palas de la playa”. Sin embargo, Tel Aviv tiene varias playas, por lo que siempre encontraréis un hueco donde poner la toalla.
A continuación, detallamos las mejores playas de Tel Aviv y el ambiente de cada una.
Mejores playas de Tel Aviv
Banana Beach
Cerca del casco antiguo de Jaffa se encuentra una de las playas más famosas de Tel Aviv: Banana Beach. El contraste entre la historia que desprende Jaffa y la modernidad de Banana Beach crea un ambiente difícil de igualar.
La zona que envuelve la playa está llena de hoteles y apartamentos turísticos que hacen que Banan Beach esté llena de actividad prácticamente a cualquier hora del día. Bares de copas, cafeterías, zonas de deporte… Las opciones de ocio son casi infinitas.
Pero lo mejor que podéis hacer en esta playa es ver la puesta de sol. El atardecer en Banana Beach adquiere una magia especial, acentuada por los colores sobre el mar, la luz sobre los rascacielos y los grupos de jóvenes que se concentran en la arena para tocar música.
Hilton Beach
Frente al lujoso hotel Hilton se encuentra la playa Hilton de Tel Aviv, una de las más frecuentadas por turistas y locales. Se trata de una playa que cuenta con todos los servicios de higiene (duchas, baños y alquiler de hamacas) y de ocio (restaurantes, zona de surf, alquiler de piraguas y hasta una biblioteca).
Hilton Beach se divide en tres zonas muy diferenciadas, pero perfectamente combinadas. La zona sur de la playa concentra a los amantes de la pesca y el surf, la zona media es la playa gay de Tel Aviv por excelencia, y la zona norte tiene un ambiente más “mochilero” y permite la entrada de perros.
Jerusalem Beach
La extensa Playa de Jerusalén de Tel Aviv es perfecta para relajarse, tomar el sol y nadar, ya que no suele haber gente practicando surf u otros deportes acuáticos. Hay varios caminos de madera que llevan desde el paseo marítimo a la arena, hamacas y pequeños pabellones repartidos por la playa que proporcionan sombra.
La Playa de Jerusalén es perfecta para disfrutar de un día al sol sin alejarse del centro de la ciudad y con los imponentes rascacielos de Tel Aviv de fondo. ¡Una imagen espectacular!
En las inmediaciones de la playa hay supermercados, bares y restaurantes donde probar la comida típica de Israel.
Mezizim Beach
La playa de Tel Aviv con un ambiente más familiar es la Playa Mezizim. Se encuentra a poca distancia del centro de la ciudad y cuenta con una zona de juego para los más pequeños. Además, cuenta con hamacas, restaurantes en las inmediaciones, duchas y aseos.
Se trata de la playa favorita por familias y grupos de amigos, sus aguas tranquilas son perfectas para el baño y hay bares de moda que se llenan de gente al caer la noche.
Gordon-Frishman Beach
En realidad se trata de dos playas contiguas: Gordon Beach y Frishman Beach. Son dos de las playas de Tel Aviv más turísticas dada su cercanía a la zona de hoteles del paseo marítimo.
Las playas tienen canchas de voleibol, hamacas y restaurantes donde tomar algo o probar la gastronomía de Tel Aviv. Además, a muy poca distancia encontraréis lugares tan turísticos como la Casa de Ben-Gurión o el Puerto Deportivo de Tel Aviv.
Curiosidades
Algunas playas de Tel Aviv están destinadas al público más religioso y conservador y pueden imponer alguna restricción de vestimenta o segregación por sexo durante el shabat. Sin embargo, se trata de casos excepcionales y de playas alejadas del centro de Tel Aviv. Una de estas playas es Religious Beach, como su propio nombre indica.